Las contraseñas en la tecnología de las empresas

Si trabajas en una pequeña o mediana empresa muy probablemente tu contraseña para acceder al ordenador es algo como tu nombre o el de la empresa seguido de algún número y probablemente suceda lo mismo con el resto de contraseñas que usas. Las compañías pequeñas están acostumbradas a contar con una protección mínima de sus equipos y plataformas pero ten claro que es un grave error. Ya sabemos que contar con muchas contraseñas, largas y complejas es difícil de gestionar. Por este motivo, hoy os vamos a dar algunos consejos para lograr un sistema seguro y efectivo.

• Nada de reutilizar contraseñas antiguas: aunque te puede parecer muy práctico es poco seguro. Es decir, que contar con una contraseña como podría ser publicidad y cuando caduque, cambiarla por publicidad1, con una sencilla variación no es aceptable y no se debe permitir que los empleados lo hagan con el objetivo de no correr riesgos innecesarios.
• Escoger y utilizar un gestor de contraseñas que almacene y cuide todas esas claves que ya no podemos manejar, al menos no tan eficientemente. En este sentido, hay múltiples opciones. Nosotros os aconsejamos decantaros por LastPass cuyo objetivo es resolver el problema de la fatiga que crea el recordar contraseñas centralizando la gestión de las mismas en la nube. Para usarlo solo debes crear y recordar un password maestro con el que abres la aplicación y accedes al resto. Las contraseñas son cifradas localmente y sincronizadas a los navegadores soportados.
• El personal de TI no debe conocer las contraseñas de los empleados. Las claves son elementos confidenciales y deben permanecer en secreto, ya que sólo así se puede garantizar la confidencialidad y trazabilidad de las acciones. Por tanto, no deben compartirse ni apuntarse en documentos ni en cualquier otro tipo de soporte.
• La autenticación: por ejemplo, un sistema de pregunta y respuesta puede ser una buena forma de automatizar un sistema para restablecer la contraseña de tu sistema. También hay otros métodos, como los tokens o la biometría son buenas alternativas.
• En los correos electrónicos: es importante asegurarse de que la contraseña es única. Da igual lo larga o surrealista que pueda llegar a ser.
• Por último, nuestra recomendación general es implantar una política de contraseñas robusta a nivel del sistema, tanto para el acceso al sistema operativo como a las aplicaciones. Esto evita que algunos usuarios escojan claves demasiado sencillas o repitan la misma clave durante mucho tiempo.

Esta política debe contemplar los siguientes criterios:

• Complejidad de contraseñas: número mínimo de caracteres, obligación de usar combinaciones de caracteres especiales y alfanuméricos, etc.
• Obligación de un cambio periódico.
• Bloqueo del usuario por intentos de acceso fallido reiterado.
• Cambio de la clave inicial forzado.

Una recomendación de política de claves podría ser la siguiente:

• Longitud mínima de 8 caracteres.
• Que contenga al menos un número, una mayúscula y una minúscula.
• Que no contenga tres letras consecutivas del nombre de usuario.
• Caducidad (cambio obligatorio) de seis meses.
• Bloqueo del usuario tras cinco intentos de acceso fallidos.
• Cambio obligatorio de la clave inicial.

Pues ya sabes, si eres el dueño de una PYME ten en cuenta estas advertencias para que tu sistema no corra ningún peligro. Eso sí, ya te adelantamos que el fin de las contraseñas está cerca, así que, no desesperes.

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